sábado, 7 de julio de 2012

Crónica de Las Máscaras de Nyarlathotep. Capítulo Uno: Nueva York. Primera sesión: Un amigo pide ayuda

Tal y como avancé, he empezado ya a dirigir la campaña "Las Máscaras de Nyarlathotep", cuya crónica iré colgando en el blog periódicamente. Evidentemente, lo que sigue a continuación, al igual que las siguientes entradas de la crónica, contiene spoilers de la campaña, por lo que si estáis pensando en jugarla es mejor que dejéis de leer ya. En cambio, si tenéis intención de dirigirla, tal vez nuestras aventuras y desventuras os sirvan de guía.

El reparto: 

  • Mathew Jackson-Walker (Dani): un joven y adinerado diletante. Cofundador, junto con su padre, de la Fundación Jackson-Walker. Amigo personal de Jackson Elias.
  • Dra. Elizabeth Zimmerman (Sandra): una eminente profesora de arqueología de la Universidad Miskatonic.
  • Dr. Cole Fowley (Roussel): un rico y renombrado psiquiatra neoyorkino, ferviente partidario de las teorías de Jung. A pesar de su avanzada edad, su mente es más ágil que la de cualquier jovenzuelo.
  • Sargento Steven "Bull" Connor (Bram): el encargado de la seguridad del grupo, un mercenario que sirvió como marine en la Gran Guerra.
  • Alfred O'Sullivan (Willy): un jovencísimo y prometedor escritor de literatura pulp californiano al que la Fundación ha concedido una beca para realizar sus estudios universitarios en Nueva York. Débil y enfermizo, Alfred no está hecho para la acción.
  • Owen Rivers (Lank): un detective privado de la Agencia Continental. Un auténtico tipo duro, y muy profesional. Tanto que no mueve un dedo hasta que el contrato está firmado.
 Primera sesión: un amigo pide ayuda

La mañana del sábado 10 de Enero de 1925 joven Mathew recibe un telegrama de su viejo amigo el escritor Jackson Elías desde un barco en alta mar. Elías lleva más de un año viajando por el mundo y en el telegrama le avisa de que llegará a Nueva York el jueves de la semana siguiente, día 15 y le pide que reuna un equipo de investigadores para ayudarle en su investigación sobre la Expedición Carlyle, que tanto había dado que hablar años antes -Matt recuerda que aquella expedición, encabezada por el playboy Roger Carlyle dejó Nueva York en 1919 para encontrar un horrible final en algún lugar de África-.


A la derecha, Jackson Elias, en una vieja foto que le diera hace años a su amigo Mathew

No es propio de Jackson pedir ayuda, así que debe tratarse de algo importante, por lo que Matt no duda en hacer lo que le dice. Decide recurrir en primer lugar a la Dra. Zimmerman, una brillante historiadora y arqueóloga de la Universidad Miskatonic cuyos proyectos de investigación han sido financiados en más de una ocasión por la Fundación Jackson-Walker. También llama al joven Alfred O'Sullivan, pues piensa que el joven escritor puede aprender mucho de Elías. Se siente más tranquilo contando en el grupo con dos profesionales como Connor (a quien confiará la seguridad del grupo) y Rivers (un detective profesional que tiene detrás todos los recursos de la afamada Agencia Continental). Pensando que a su grupo le falta un último integrante, consulta a su padre, el Dr. Jackson-Walker, quien le recomienda a su viejo amigo el Dr. Fowley, un célebre psiquiatra junguiano, de quien dice que es la persona más inteligente que conoce.

Así pues, Mathew cita a todas estas personas la mañana del lunes 12 en su casa, les explica lo poco que sabe sobre el caso, les habla de Jackson Elias y sus libros (que tratan fundamentalmente sobre sectas sanguinarias de distintos rincones del mundo), y les dice que les volverá a llamar el lunes en cuanto haya concertado una reunión con el escritor.

Mientras el diletante espera cruzado de brazos, el joven Alfred decide ir a la biblioteca de Nueva York a buscar recortes de prensa que hablen sobre la expedición, y el resto de sus compañeros optan, cada uno por su cuenta, por buscar y leer algunos de los libros de Elías.

Alfred descubre que la expedición estaba formada por el propio Roger Carlyle, el egiptólogo británico Sir Aubrey Penhew, el psicoanalista Robert Huston, la fotógrafa Hypatia Masters y el hombre de confianza de Carlyle, Jack Brady. Al parecer la expedición fue a Egipto pasando por Londres para posteriormente desaparecer en Kenia, supuestamente descuartizados por un grupo de nativos de la etnia Nandi, aunque sólo se encontraron los restos de sus porteadores. Los libros de Elías, por su parte, no desvelan nada, aunque su lectura permite a los investigadores aprender unas cuantas cosas sobre ciencias ocultas.


El día 15, Mathew recibe la llamada de su amigo Jackson Elías. El escritor parece nervioso y se niega a dar explicaciones por teléfono, pero cita a los investigadores a las ocho de esa misma noche en su habitación del Hotel Chelsea.

Los investigadores se encuentran en la planta baja del hotel unos minutos antes de las ocho y suben a la habitación de Elías. Llaman a la puerta varias veces, pero nadie contesta. Mathew envía a Alfred a recepción para pedir que les abran la puerta. Mientras esperan a Alfred, el resto siguen llamando y acaban por impacientarse, por lo que Mathew decide entrar en la habitación contigua haciéndose pasar por el director del hotel y, tras comprobar que los balcones de ambas habitaciones no están demasiado lejos y que el ventanal de la habitación de Elias está abierto, ordena a Connor entrar por él.

Connor no se lo piensa y camina por la cornisa hasta el otro balcón -jugándose la vida, puesto que están en un cuarto piso- y al mirar hacia el interior de la habitación descubre en ella a tres hombres de raza negra armados con machetes y luciendo extraños gorros rojos con una tira que cuelga delante de sus rostros. Dos de ellos están emboscados a ambos lados de la puerta y el tercero revolviendo la cómoda. Uno de los que están en la puerta le ve también a él y alerta a sus compañeros con un grito en un idioma que los investigadores no identifican. El de la cómoda se lanza contra Connor blandiendo su machete, mientras Rivers y el Dr. Fowley abren la puerta a balazos.

La pelea se salda con los tres asaltantes muertos a tiros y Connor gravemente herido por un machetazo en el hombro izquierdo, así que, después de descubrir el cadáver de Jackson Elias destripado en su cama, el Dr. Fowley atiende a Connor mientras sus compañeros registran la habitación y los cuerpos y Mathew corre al encuentro de Alfred y el empleado del hotel al que había ido a buscar. Se encuentra con que Alfred vuelve acompañado por el detective del hotel, que, como todos los demás ocupantes del mismo, ha oido los disparos. Le distrae contándole lo sucedido y bajando con él a preguntar a los porteros si habían visto algo -uno de ellos vio salir pitando a un Hudson modelo 1915 negro con matrícula NYL7-, y mientras sus compañeros echan un vistazo a las pistas que encuentran en los cuerpos de los asesinos y en la habitación y se llevan algunas de ellas -una carta de un tal Faraz Najir al Sr. Carlyle y el anuncio de una conferencia sobre “El Culto a la Oscuridad en la Polinesia y el Pacífico Sudoccidental” en la NYU, impartida por el Profesor Anthony Cowles, de la Universidad de Sidney-, habiendo copiado previamente la información de las otras -una caja de cerillas de un local de Shangai llamado "El Tigre Tambaleante", una foto de un barco y dos tarjetas de visita: una de la Fundación Penhew, en Londres, y otra de Importaciones Emmersón, en Nueva York, en cuyo reverso está escrito a mano "Silas N'Kwane"-.

Cuando llega la policía, los investigadores les explican lo sucedido y éstos les piden que se identifiquen y que les den sus armas para hacer pruebas de balística y les dicen que les llamarán para interrogarles y devolverles las armas en caso de que todo esté en orden.

Al día siguiente, todos los que habían disparado durante la reyerta pasan por la comisaría para recoger sus armas, y Mathew acude para hablar con Martin Poole, el detective al cargo de la investigación. Éste le revela que Elias es la novena víctima que encuentran en varios meses con el mismo extraño símbolo grabado en la frente. Se rumorea que lo ha hecho una secta de asesinos centroafricanos, y la Policía cree que se trataba de gente que "sabía demasiado".

El extraño símbolo grabado en la frente de Jackson Elias por sus asesinos



Mientras tanto, Alfred y la Dr. Zimmerman buscan información en la biblioteca sobre la etnia Nandi -responsable de la masacre de la expedición Carlyle, según la versión oficial- sin demasiado éxito.

Por la tarde, algunos de los investigadores hacen una visita a Importaciones Emmerson, donde descubren que Silas N'Kwane es un importador Keniata que tiene una tienda en Harlem llamada "La Casa del Ju-ju", y el Dr. Fowley va al Colegio de Médicos del Estado de Nueva York, donde consigue hacerse con los archivos del Dr. Huston alegando que pueden serle de ayuda en sus propios casos, puesto que ambos utilizan la metodología junguiana.

Silas N'Kwane

A la mañana siguiente, mientras el Doctor lee ávidamente las notas sobre las sesiones del Dr. Huston con Roger Carlyle, Connor y Rivers se presentan en la Casa del Ju-Ju para hacerle algunas preguntas al viejo N'Kwane. Es evidente para el detective que el anciano miente, y un cliente de aspecto sospechoso los vigila con expresión hosca, por lo que salen de la tienda y Connor coge la moto para ir a avisar a sus compañeros mientras Rivers les espera en el coche, a sabiendas del peligro que corre quedándose solo en ese barrio marginal.

2 comentarios:

  1. Como observador imparcial, considero el papel de Alfred esencial. ¡Qué chaval!

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  2. Alfred es la Sara Carbonero de Cthulhu

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